Hay muy pocas cosas que me parezcan más interesantes que el cine. Siempre lo he pensado y siempre lo pensaré. La vida no sería la misma sin tener la posibilidad de sentarnos en el sofá de nuestra casa, ponernos una manta ahora que viene el frío y disfrutar de la historia que alguien ha decidido contar para nosotros a través de las imágenes, de los sonidos o de las percepciones, entre otras cosas. El cine es uno de los mayores y mejores inventos que ha traído al ser humano a la Tierra y eso es indiscutible. No existe una manera mejor de contarle algo a alguien.
Quizá sea por eso por lo que decidí desde pequeño apostar por una industria como la del cine. Tengo que decir que me ha gustado todo lo que tenga que ver con contarle algo a alguien. He sido muy fan de las películas y series, por supuesto, pero también lo he sido de las novelas, de los guiones de teatro e incluso de todos los guiones y escaletas de programas de radio o televisión. Pero lo que siempre me ha llamado más la atención ha sido todo lo que tiene que ver con el cine. Me parece ir un paso más allá.
Me encanta todo lo que tiene que ver con la preparación y la producción de una película, con la composición del guion, con los rodajes, con la postproducción… Me encantan, a fin de cuentas, todas y cada una de las fases de las que se compone este proceso. Y por eso adoro mi trabajo. Si la historia, además, me resulta especialmente interesante por algún motivo, soy incapaz de dejar de pensar en el trabajo. Podéis pensar que esto no es positivo, pero si tu trabajo es tu hobby, la verdad es que disfrutas al máximo de la vida.
Me ha tocado hacer muchas cosas a lo largo de mi experiencia como parte de una productora. Nos hemos encontrado guiones de todo tipo y la verdad es que cada uno te exige unas cosas diferentes, tienes que tener la capacidad de adaptarte a lo que te está pidiendo cada historia en concreto. Y no cabe la menor duda de que eso te da como para contar muchas anécdotas más tarde. En mi caso, puedo decir que he tenido de todo y que una de las historias de las que más me acuerdo es cuando nos tocó alquilar varios coches. Llevaba poco tiempo trabajando en la productora y nos tuvimos que buscar las castañas para conseguir un modelo concreto de vehículo. Tuvimos la suerte de dar con el simulador de alquiler de Mouronte para dar con el modelo de vehículo que necesitábamos.
Fue una buena experiencia porque nos permitió ahorrar tiempo en todo lo que tenía que ver con la adquisición del vehículo. Los tiempos en el mundo del cine son quizá lo peor de todo porque se trabaja a contrarreloj para que la película pueda ser estrenada en los momentos en los que se ha previsto. En ese sentido, poder disponer del vehículo que necesitábamos a la menor brevedad posible siempre es una ventaja enorme a la hora de trabajar porque permite que el rodaje se realice antes y que luego haya más tiempo para el resto de fases que vienen después.
Lo cierto es que aquella primera experiencia fue de lo más positiva porque pudimos disponer de la tranquilidad suficiente como para rodar y no andar exigidos por el tiempo. En parte, es algo que conseguimos gracias a poder disponer de ese coche a la mayor brevedad posible, entre otros asuntos en los que también fuimos capaces de anticiparnos. Esto es clave para que todo salga bien en un rodaje y la verdad es que los resultados de aquel primer trabajo en el que formé parte fueron realmente buenos.
Desde entonces, han sido varias las películas en las que he colaborado y en las que, por supuesto, hemos tenido la necesidad de contar con un vehículo. Lo que hemos hecho ha sido volver a repetir la jugada en la que confiamos en aquel primer proyecto y lo cierto es que hemos vuelto a tener la sensación de ir desahogados con los plazos en los que nos hemos ido moviendo. Eso es básico para que las cosas salgan bien y para que las prisas no tengan como resultado un trabajo mal acabado y que presenta deficiencias en forma y fondo. Si se quiere triunfar en el mundo del cine, el cuidado de los detalles es imprescindible y eso solo se consigue si se apuesta por ganar tiempo en labores de producción.
Imaginaros el trabajazo que supone tener que estar solicitando y al tanto de todas estas cosas en lo que tiene que ver con una película. Solo os he trasladado el caso ligado a tener que alquilar un coche, pero hay muchas más cosas que son necesarias en el transcurso de este proceso. La reserva de espacios diría que es una de las que más esfuerzo exigen porque requiere de una colaboración con las instituciones públicas y eso muchas veces no es fácil puesto que hay que estar insistiendo en aquello que nos hace falta. Y es que tener que cortar una determinada parte de una ciudad para poder realizar la grabación no es algo sencillo ni mucho menos, os lo puedo asegurar.
Gracias a quienes nos dedicamos a esto, el cine español es un poquito mejor
Tengo que decir que me siento valorado en el puesto de trabajo que ejerzo actualmente y que un alto porcentaje de la mejora de la calidad de las películas que se hacen en España ha mejorado gracias a gente como la que forma parte de los departamentos de producción. Al menos así es como yo lo veo. Y es que la calidad de lo que hacemos ahora no tiene nada que ver con la calidad de lo que se sacaba en la industria cinematográfica hace un par de décadas.
Es normal, por tanto, que esté creciendo el número de personas que acuden al cine para ver algunas de las producciones nacionales que cada año se presentan en sociedad. En una noticia que fue publicada por la página web oficial de La Moncloa, la cantidad de espectadores que acudió al cine a lo largo del 2023 aumentó en un 30% hasta alcanzar los 76’7 millones de espectadores. Estamos hablando de una cifra que es espectacular y que pone de manifiesto que esta industria está en uno de sus momentos dorados. Ir mejorando paulatinamente esta cifra es el objetivo que nos hemos marcado desde el sector de cara a este 2024.
Además, y por si fuera poco, el número de producciones está creciendo, lo cual indica que esta industria tiene una mayor capacidad económica para acometer este tipo de productos. Echemos un vistazo al número de largometrajes que se han producido en España en los últimos años. En 2008, ese número era de poco más de 170, mientras que en 2023 fueron 375. Se ha duplicado el número de filmes y la verdad es que esto hace que el reconocimiento al cine de nuestro país sea mucho más fácil. Cuantas más películas se componen, más fácil es que tengamos alguna de ellas en los principales festivales que se celebran más allá de nuestras fronteras.
Hay una mayor calidad y una mayor cantidad de películas en España, así que podemos presumir del cine que hay en el interior de nuestras fronteras. No ha sido fácil que la gente cambie el chip con este asunto. Ya sabéis que siempre se ha tenido la sensación de que el cine español no daba todo lo que sí que podía dar. Ahora sí que estamos haciendo una labor estupenda y que ha huido del estereotipo del cine de nuestro país, ese que abusa del humor. Ahora tenemos una variedad que antes no teníamos y somos capaces de seguir haciendo comedia sin olvidarnos de aspectos como la ciencia ficción o el drama social.
Lo mejor de todo es que la sensación dentro del sector es la de que vamos a seguir creciendo todavía más. Debemos tener en cuenta que hay una gran cantidad de actores o actrices en España que están reconocidos más allá de nuestras fronteras y que, sin duda, son los mejores embajadores y embajadoras del cine nacional. Todo lo que sea promocionarles nos va a venir de perlas al resto de personas que hacemos posible que las películas de nuestro país existan y sean de la calidad que son.
Solo hace falta seguir trabajando con el mismo empeño que lo hemos venido haciendo hasta ahora. Estoy seguro de que así va a ser. El equipo humano con el que cuentan las productoras españolas es mejor que nunca y tiene todas las herramientas necesarias para ser productivo. Con estos mimbres, solo podemos seguir siendo mejores día a día y continuar poniendo al cine de este país donde se merece. Y es que hay muchos motivos para sentirse orgulloso de él.