El gran director de cine y guionista italiano, Federico Fellini, considerado como uno de los cineastas más importante a nivel mundial, ganador de cuatro premios Óscar a la mejor película extranjera y galardonado con un Óscar honorífico por su carrera, decía que “un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada sabor”.
El vino como bebida es conocido, elaborado, consumido y tratado desde la más remota antigüedad, tal y como lo demuestran unos investigadores que han encontrado restos de vino en unos trozos de cerámica procedentes de dos yacimientos neolíticos en Georgia y que se remontan a unos 6.000 – 5.000 años antes de nuestra era, según un estudio que publica la revista científica Proceeding of the National Academy of Sciencies (PNAS). El vino nunca ha dejado indiferente a nadie, numerosos son los artistas, científicos, escritores, poetas, etc. que en sus obras han reflejado la fascinación que tenían por este exquisito manjar de dioses. Por ello, para todos aquellos que queremos seguir esta tradición de la vid, nosotros os recomendamos que os pongáis en contacto con Plantvid, dado que este vivero de plantas de viña y vid en Valencia cuenta con los mejores ejemplares del mercado de plantas de vid injertadas, cepas de vid y vid para plantar, así como variedades de uva de vinificación tinta, blanca, de mesa o portainjertos.
El vino y su cultura también han formado parte del argumento principal y han tenido un papel destacado y protagonista en numerosas series del mundo televisivo como por ejemplo merece la pena destacar la famosa y recordada serie estadounidense Falcon Crest o más recientemente en nuestro país la serie Gran Reserva, o incluso la mundialmente conocida como Juego de Tronos, en la que el vino representa un papel como medio de asesinato pues son varios los personajes asesinados tras ingerir una copa de vino envenenada.
Un buen catador de vino sabe que todo vino tiene unos requisitos que hay que seguir para llegar a degustar todos los aromas y cualidades que nos puede llegar a regalar este producto tan preciado, así en una cata de vinos no solo se utiliza el sentido del gusto, sino también el del olfato y la vista. Para ello se utilizan unas copas que deben reunir una serie de condiciones como, por ejemplo:
- Transparentes e incoloras, para apreciar el color y brillo del vino.
- Un grosor especial que influirá en la parte visual de transparencia y claridad del vino, además de poder percibir mejor su tacto en boca.
- En cuanto a la forma actualmente está muy de moda la copa tipo balón, denominada copa oenologue, de boca más ancha que permite introducir a la vez en ella la boca y la nariz, lo que facilita el olfateo del vino.
- Para los vinos tintos se recomienda además que las copas sean más grandes con el fin de suavizar las notas alcohólicas y los taninos mientras que para los vinos blancos, la recomendación pasa por copas medianas con el fin de controlar los aromas frutales que distingue a los vinos jóvenes y el desprendimiento de aromas.
El vino siempre debe servirse a la temperatura adecuada, la cual varía en función del tipo de vino que se vaya a consumir, como norma general se establece que nunca se deben introducir las botellas en el congelador, si es necesario bajarle la temperatura es preferible meterlo en una cubitera con hielo. Veamos cuáles son las temperaturas recomendadas para cada variedad:
- Vinos Blancos jóvenes: 6º C.
- Blancos dulces: 6º C.
- Cavas y champanes, entre 6 y 10º C.
- Blancos con barrica, entre 8 y 12º C.
- Rosados y claretes, entre 10 y 13º C.
- Tintos jóvenes ligeros, entre 12 y 14º C.
- Tintos potentes con cuerpo, entre 14 y 16º C.
- Tintos con crianza o reservas, entre 16 y 18º C.
- Vinos dulces, finos y manzanillas, entre 7 y 10º C.
- Amontillados: hasta 15º C.
- Olorosos, entre 14 y 16º C.
¿Tiene el vino propiedades medicinales?
Está científicamente demostrado que el vino también tiene propiedades medicinales puesto que su consumo moderado retrasa el envejecimiento, reduce el riesgo de padecer depresión, ayuda a conciliar el sueño, favorece la función respiratoria, es un protector contra las enfermedades coronarias por sus propiedades vasodilatadoras y antiinflamatorias, previene la aparición de numerosos tipos de cáncer, etc. y como dijo el gran descubridor de la penicilina, Alexander Fleming, “Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino les hace felices”.