Tocar el piano es una actividad que tiene beneficios tanto a nivel físico como emocional. Según explican en el diario La Razón, “parece haber beneficios cognitivos durante la tercera edad si, durante su juventud, tocaban algún instrumento, aunque ya no lo hagan”. Por ello, además de por los múltiples beneficios que tiene en la edad avanzada también hay que considerar aquellos que tienen lugar en el momento de aprender y tocar el instrumento.
Beneficios físicos
Tocar el piano tiene un impacto positivo en la salud física. Desde afinar la motricidad fina hasta mejorar las habilidades cognitivas. Como indican desde la escuela de Kristina Kryzanovskaya, Clases de piano, al tocar el piano se “adquiere un mayor control sobre el cuerpo, tocar el piano refuerza la coordinación y destrezas motoras finas. Se adquiere el manejo de la relajación, especialmente de la <relajación en la acción>”.
Motricidad fina
- Desarrollo y fortalecimiento: tocar el piano exige un control preciso de los dedos de ambas manos, lo que fortalece los músculos y mejora la destreza y la precisión.
- Independencia de los dedos: se requiere que cada dedo se mueva de forma independiente, lo que aumenta la destreza y el control individual de cada uno.
- Coordinación bimanual: la necesidad de utilizar ambas manos de forma simultánea y coordinada mejora la capacidad de realizar movimientos complejos con las dos manos.
- Precisión y control: la precisión con la que se presionan las teclas y la fuerza aplicada a cada una de ellas desarrolla la capacidad de realizar movimientos controlados y precisos.
- Flexibilidad: los movimientos de las manos y los dedos al tocar el piano aumentan la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones.
Memoria y concentración
- Estimulación: la lectura e interpretación de partituras musicales exige un esfuerzo mental considerable, fortaleciendo la memoria a corto y largo plazo.
- Atención y concentración: la coordinación de ambas manos, la vista y la audición al tocar el piano demanda una gran concentración, aumentando la capacidad de enfocarse en una tarea específica.
- Memorización: favorece la memoria porque requiere reiterar las piezas hasta aprenderlas y recordarlas. De esta forma, se refuerza la memoria muscular y la capacidad de recordar información, en este caso, piezas musicales.
- Desafío mental: es un proceso que requiere dedicación. Es la manera de fortalecer la concentración y la atención.
Habilidades cognitivas
- Coordinación: tocar el piano exige la coordinación de diferentes áreas del cerebro. Necesita que la zona motora, visual, auditiva y prefrontal se compenetren. Fortalecen las conexiones de las neuronas y de tal manera, se procesa la información adquirida.
- Planificación y anticipación: para tocar el piano es necesario saber los movimientos de las manos. Anticiparse a ellos al leer las partituras, para lo que es necesaria una previa planificación y organización.
- Resolución de problemas: para tocar el piano hay que saber que existen desafíos a los que hay que enfrentarse durante el aprendizaje. Así se desarrolla la capacidad para analizar y solucionar los problemas.
- Flexibilidad mental: hay que trabajar a la vez varias tareas. Desde leer la partitura, hasta conocer el movimiento y el ritmo a seguir. Favorece la capacidad de adaptarse a los cambios.
- Creatividad: la improvisación y la composición musical son dos actividades que se pueden realizar al tocar el piano, las cuales estimulan la creatividad y la imaginación.
Salud general
- Actividad física: tocar el piano también tiene beneficios a nivel físico. Se trata de una actividad que requiere movimiento de brazos y manos. De esta forma, mejora la circulación sanguínea, la flexibilidad y la fuerza de los músculos.
- Reducción del estrés: la música tiene un efecto directo en nuestro sistema nervioso. Ayuda a reducir el estrés y también la ansiedad.
- Mejora el estado de ánimo: tocar el piano es una actividad que se elige voluntariamente. Cuando realizamos algo que queremos, nos gusta, se liberan endorfinas. Por lo que mejora el estado de ánimo y reduce la sensación de tristeza.
- Mejora del sueño: la práctica del piano tiene la capacidad de ser relajante. Tanto para el cuerpo como para la mente.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: el piano ayuda a manejar el estrés y mejora el estado de ánimo. Suele tener un impacto positivo en el sistema inmunológico.
Beneficios adicionales
- Mejora la postura: cuando se toca el piano es necesario mantener una buena postura. Colocarse adecuadamente en el piano, con los hombros relajados. Es una postura que evita problemas a largo plazo.
- Fortalece la coordinación mano-ojo: tocar el piano exige coordinación. Hay que saber mover las manos al ritmo a la vez que se lee la partitura.
- Estimula la creatividad: tocar el piano es una actividad que permite mostrar la creatividad. Es una manera de dar rienda suelta a la imaginación de una forma divertida y entretenida.
- Reduce el aburrimiento: tocar el piano requiere tiempo, es desafiante porque no es fácil y además, entretenido.
Beneficios emocionales
Tocar el piano es una actividad que va más allá de la simple producción de sonidos. Es una experiencia que involucra cuerpo, mente y alma, y que puede traer consigo una serie de beneficios emocionales que transforman la vida de quienes lo practican.
- Autoexpresión
El piano se convierte en un lienzo donde plasmar emociones, sentimientos e ideas. A través de la música, podemos expresar alegría, tristeza, amor, pasión, frustración o cualquier otra emoción que nos habite. Es una forma de comunicación profunda que nos permite conectar con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
- Autoestima y confianza
Aprender a tocar el piano es un proceso desafiante, pero gratificante. Cada pieza dominada, cada dificultad superada, se convierte en un logro que fortalece la autoestima y la confianza en uno mismo. Sentirse capaz de crear música hermosa a partir de la propia habilidad es una experiencia empoderadora que aumenta la seguridad personal.
- Bienestar emocional
Tocar el piano puede ser una herramienta poderosa para la gestión del estrés y la ansiedad. La música tiene un efecto calmante en el sistema nervioso, lo que ayuda a reducir la tensión y la preocupación. Además, la práctica del piano puede ser una actividad meditativa que nos ayuda a conectar con el presente y a encontrar la paz interior.
- Creatividad e imaginación
El piano nos invita a explorar nuestra creatividad e imaginación. Podemos improvisar melodías, componer piezas originales o reinterpretar obras clásicas con nuestro propio estilo. Es una forma de expresión libre que nos permite dar rienda suelta a nuestra imaginación y al potencial creativo que reside en nosotros.
- Disciplina y perseverancia
Aprender a tocar el piano requiere disciplina, dedicación y perseverancia. No hay atajos para dominar este instrumento. Es un proceso que exige esfuerzo constante, pero que también recompensa con creces la paciencia y la tenacidad. El desarrollo de estas cualidades se traduce en una mayor capacidad para afrontar los desafíos de la vida diaria.
- Concentración y memoria:
Tocar el piano exige una gran concentración para leer la partitura, coordinar las manos y mantener el ritmo. Esta práctica regular ayuda a mejorar la capacidad de concentración y la memoria, tanto a corto como a largo plazo.
- Socialización
El piano puede ser un puente que nos conecta con otras personas. Podemos tocar en conjunto con amigos o familiares, participar en ensambles musicales o compartir nuestra música con el mundo a través de internet. Es una forma de crear vínculos y fortalecer las relaciones sociales.
- Desarrollo personal
Aprender a tocar el piano es una experiencia que va más allá de la música. Es un viaje de autodescubrimiento, de desarrollo personal y de crecimiento emocional. Nos ayuda a conocernos mejor, a superar nuestras limitaciones y a alcanzar nuestro máximo potencial.
¿Tocar el piano o no?
Decidir si aprender a tocar el piano es una decisión personal que depende de varios factores. Estos son algunos aspectos que debes considerar para ayudarte a tomar la mejor decisión:
Interés personal
- ¿Te atrae la música? ¿Te gusta escuchar piano?
- ¿Sientes curiosidad por aprender a tocar un instrumento?
- ¿Te motiva la idea de expresarte a través de la música?
Tiempo disponible
- ¿Tienes tiempo para dedicar a la práctica regular?
- Aprender a tocar el piano requiere un compromiso de tiempo y esfuerzo.
- ¿Puedes dedicar al menos 30 minutos al día a practicar?
Estilo de vida
- ¿Tu estilo de vida te permite practicar con periodicidad?
- ¿Tienes el espacio suficiente para colocar un piano o un teclado en tu hogar o en una estancia concreta?
- ¿Hay personas que podrían verse afectadas por el sonido del piano como por ejemplo, los vecinos?
Presupuesto
- ¿Tienes el dinero suficiente para pagar el alquiler o la compra de un piano o un teclado?
- ¿Quieres realizar clases particulares o quieres aprender de forma autónoma?
- Hay recursos gratuitos y de bajo costo disponibles para aprender a tocar el piano.
Habilidades
- ¿Te gusta trabajar con tus manos y desarrollar la motricidad fina?
- ¿Tienes paciencia y perseverancia para superar los desafíos del aprendizaje?
- ¿Puedes dedicarle el suficiente tiempo y esforzarte?
Expectativas
- ¿Qué esperas obtener al aprender a tocar el piano?
- ¿Quieres tocar por placer, para relajarte, o para alcanzar un nivel profesional?
- Es importante tener expectativas realistas y objetivos claros.
